jueves, abril 27, 2006

A mi niña hermosa...



La verdad que últimamente ando medio blokeado, de cueva no me han atropellado en la calle alguno de esos choferes tan amables que hay en la capital. Son tantas las cosas en las que tengo que pensar, que al final se me enredan y al final de cuentas, termino pensando un millón de estupideces. No me preguntare mejor el porque de mi estado, temo la posibilidad de que la respuesta final sea simplemente "porque si"; por lo tanto en estos momentos trataré de dejar mi mente mas o menos en blanco y escribir un post mas o menos coherente.
Lo poco rescatable de este par de días en que he estado acá en Santiasco ha sido que por esas cosas de la vida me ha tocado ir a buscar varias veces al colegio a mi sobrina Camila (o C como diría Maite, Alexandra y G) y llevarla a su casa o al dentista etc. Por lo cual he podido compartir con ella mucho mas del tiempo que suelo compartir con ella las veces que vengo a Santiago.
Esta niña maravillosa llego a mi vida hace como siete años, y como cualquier niño que se une a un grupo familiar, llega a cambiar las cosas para siempre. En lo personal, nunca he pensado mucho en eso de ser padre ni casarme (toco madera), por lo que la llegada de la Camilita llego a suplir por si acaso esos deseos de tener descendencia y a aplacar los deseos ocultos de mi padre de ser abuelo.
Desde chica la tuve cerca, dándole las famosas papillas, esos asquerosos alimentos de origen desconocidos que las madres de hoy obligan a sus guaguas a comer; mudándola, hay algo más asqueroso que mudar una guagua después de que ha comido estos alimentos?, y por supuesto enseñándole cuanta huevada se me venia a la mente (con el correspondiente reto de mis viejos por enseñarle huevadas a la niña). En ese tiempo yo aún vivía en Santiago con ella por lo que su primer año de vida a disfrute a concho todo ese tiempo. A decir verdad cuando me fui de la casa de mis viejos, la única persona que a la que realmente extrañaba, era ella; a mayoría de mis viajes a la capital fueron a que la hechaba de menos y me daban ganas de jugar con ella aunque fuera por un rato. Así que cuando llegaba a su casa ella me esperaba lista con un plan de juego que incluía miles de transformaciones: enfermo, chofer, guagua, etc.
Como es mi única sobrina (hasta ahora), por ende es la regalona, sin embargo, mi relación con ella no ha evolucionado como una relación tío – sobrina, mas bien he procurado hasta cierto punto que funcione como una relación entre iguales. Cuando estoy con ella, el adulto que a veces me niego a ser, se transforma en el niño que alguna vez fui y que me encanta seguir siendo. Mas bien muchas veces parece ser ella el adulto de esta relación, ya que suele retarme cada vez que salimos y yo ando jugueteando por ahí (la verdad es que a veces la hago pasar algunas vergüenzas).
Mi niña hermosa es la única persona con la cual no tengo que fingir en algún momento, los ratos en que estoy con ella creo que realmente soy quien soy. Los niños te dan esa libertad, soltarte de muchas de las cosas que te atan día a día, solo tienes que ser tu y divertirte al igual que lo hacen ellos y correr y saltar subir y bajar y terminar con la lengua afuera.
Se que mi niña algún día crecerá y será veterinaria como ella dice (la muy desgraciada no quiere ser abogada y trabajar conmigo), quizás ya no recuerde los momentos tan gratos que pasamos los dos, como cuando me disfrazaba de lo que se le ocurriera; Por lo menos yo si guardo todos esos momentos y agradezco su presencia en mi vida a que es una de mis pocas válvulas de escape que tengo de esta vida a veces tan monótona.

Mi niña hermosa, tal vez aun eres muy chica para entender lo mucho que te amo y lo mucho que has significado para mi en estos poquitos años, eres la lucecita que a veces esta al final de un día obscuro, gracias mi niña, gracias por dejarme ser yo.

martes, abril 25, 2006

Viajar por Chile


Primero que todo me disculpo con las personas que me reclamaron durante esta semana por no postear, pero esta semana ha sido ocupada a mil y la verdad es que esto de andar de aquí para allá arriba y abajo a un lado y otro no me había dejado tiempo para nada.
Alguna vez comenté que me gusta viajar (pero no en bus), sucede que esta semana me toco viajar ya que estoy en pleno desarrollo del proceso eleccionario de mi partido (no diré cual para no herir susceptibilidades y que muchas personas me prejuzguen de antemano). La cosa es que me fui de gira con el candidato al sur y con mi gran amigo Rodrigo; haciendo escala en Valdivia Osorno, Puerto Montt e interiores; nos fuimos en una camioneta bastante y cómoda y veloz así que por lo menos sacie mi gusto por la velocidad en la carretera.
Como en algunos tramos me toco de copiloto me permití el ejercicio de ir contemplando el paisaje que hace años me era ajeno, así que del gris de la capital, me regocije viendo en el camino un verde maravilloso (entre varios verdes maravillosos que existen) las vaquitas y animales varios que existen en el camino y lo mejor de todo, la lluvia; si, la lluvia del sur es espectacular, no es que la otra lluvia sea menos mojada o que no caiga de arriba para abajo como las demás de todo el país y del mundo, sino que la lluvia sureña además de dejarte mojado en segundos, trae consigo una infinidad de olores que por lo menos a mi me traen una sensación de tranquilidad y de alegría. La lluvia me alegra, soy feliz cuando llueve y me permito mojarme completo a pesar de saber que esto conllevará el correspondiente resfrío y los malestares propios de este estado.
Cuando veo la televisión y los comerciales de tiendas líneas aéreas que promocionan viajes al extranjero mostrando playas paradisíacas y sus correspondientes minas casi desnudas tomando jugo de coco me pregunto, Porque chucha no promocionan los viajes a nuestro propio país ? Es que acaso no tenemos cosas espectaculares que mostrar en nuestro país o que para variar el chileno prefiere lo que viene de afuera (minas incluidas). Cuando era mas chico mis papas me llevaron a recorrer el sur de Chile y en mis primeros años de juventud lo hice con mi mochila al hombro, pero cada vez que viajo me convenzo as de que este país debe ser de los mas bonitos del planeta y/o el universo (me salio lo patriótico mierda). Y ojo, no es solo el paisaje, sino que conocer a la gente de Chile, tan cambiante en su aspecto como en sus costumbres, conocer como se vive en regiones y ver que somos tan distintos y a la vez tan iguales
Los invito a darse un tiempo y viajar, conocer Chile, para semana santa no aprovechar la oferta del avión a buenos aires o a el caribe por unos cuantos dólares e irse mejor a recorrer este paisaje del que la verdad no tengo palabras para hacerle justicia. Tenemos bosques, playas, campo, desierto cordillera, etc. Es cosa de pescar sus cositas y partir nomás, o me van a decir que no es agradable de repente escaparse con ella o en algunos casos con el y simplemente en una carpa o en donde se te ocurra quedarte, disfrutar de lo que Chile tiene. Afuera la lluvia y ella y tu abrazados sintiendo la lluvia caer. Por lo menos para mi, el panorama perfecto.
Espero que la próxima vez que me toque viajar no sea en ocasiones como esta que no te dejan tiempo para disfrutar de todo lo que he tratado de explicarles. Saludos a mis amigos del sur extremo y a mi socio del norte (ya lo voy a visitar socio). Conozcamos Chile y les aseguro que se sentirán más orgullosos de ser chilenos.

sábado, abril 15, 2006

Semana Santa de película


Me vine a Santiago estos días porque me dije: " igual son varios días libres y así aprovecho de ver a mi familia y mis amigos con los que no me he pegado un carretito hace tiempo, además que Viña se llena de gente, autos y turistas argentinos indeseables". Las pailas, mis viejos se fueron a Pucón, dejando el refrigerador casi como el mío (entiéndase agónico), a todos los amigos que llame se encontraban de viaje fuera de la ciudad y los demás no querían carretear para luego no cargar la culpa de haberse emborrachado en viernes santo.
La cosa es que me encontré con una ciudad casi desolada y sin ningún panorama a la vista, por lo que me dispuse a descansar todo el día siempre con la compañía del querido control remoto a mi lado. Luego de algunas horas de ocio y del consiguiente adormecimiento de dedos debido al zapping, me di cuenta que en semana santa el peor error que uno puede cometer es ver televisión. No lo digo porque en vez de eso uno debe dedicarse a la reflexión, sino que es tal la cantidad de películas con contenido cristiano que dan, que es muy fácil terminar en un estado de coma profundo con todos los discursos y simbolismos de que están llenos estos filmes. He aquí n catastro de algunas de las joyitas que se presentan en nuestra televisión:
  • El Manto Sagrado. (Historia de un socito romano y su sirviente griego que empiezan a rallar la papa después de que tocan el manto que cubría a don jechu en la cruz)
  • Los Diez Mandamientos (La archiconocida historia de Moisés que guía a los malditos malagradecidos del pueblo de Israel a la tierra prometida y que al primer descuido del loquito, se construyen un becerro de oro para adorarlo)
  • Ben Hur (Un clásico de semana santa en donde nuestro querido héroe Ben Hur es traicionado un perro desgraciado llamado Messala y al final igual se lo caga en la carrera de cuádrigas, que es lo mejor de la película. La única relación con semana santa es que la historia es contemporánea a Jesús)
  • Barrabás (Con un jovencillo Anthony Quinn, en donde un loco mas malo que pegarle a la mamá, es indultado es vez del pobre de don Jechu, pero que al final se pega la cacha y se da cuenta que el otro socio era hijo del pulento)
  • Quo Vadis. (Un Romano pagano, terrible piola pasa las de kiko y kako por culpa de una mujer cristiana de la cual se enamora y que le vende la pomada pa que también se convierta, conclusión: los locos son perseguidos toda la película)
  • Sansón y Dalila (Una de las más típicas historias de la humanidad,. Un hombre que lo tenia todo, belleza, fuerza, liderazgo, fe, etc.; es engañado por una mina que mas encima le corta e pelo y le quita su fuerza. Al final al socio le sacan la cresta y mas encima termina sus días ciego y dejando la escoba con unos pilares)
  • Espartaco. (la Historia de un esclavo que junto a otros se botan a choro con los pulentos romanos y comienzan a formar algo así como una pandilla numerosa que comienza a sembrar el terror en el imperio. Al final los locos terminan pa la corneta crucificados al igual que el hijo de tatita Dios)
  • Jesucristo Superstar (sin duda mi película favorita de estas épocas porque te la puedes vacilar tomándote una chela además que la música terriblemente psicodélica te hace que te den ganas de bailar y algunas cosas más. Lo único malo es que los maricones eligen para el papel del malo, es decir judas, a un negrito; malditos racistas)
  • Jesús de Nazareth (por último la más difundida película de la vida de Jesús en semana santa, del director Franco Zeffirelli, muestra toda la vida de nuestro héroe internacional Jesús de Nazareth y las correrías con su pandilla de 12 apóstoles durante mucho tiempo mientras se pasean por todos lados. Comentario aparte merece la actriz que hace de la virgen María que me parece que esta muy rica)

También hay películas menos difundidas en televisión abierta, pero no por eso menos buenas, como La Ultima tentación de Cristo (donde muestran a un Jesús mucho mas humano ya que el loco se empota con María Magdalena y después tiene la chorrera de hijos y vive como un hombre común y corriente, que paga sus cuentas y sus impuestos, va al mall, etc.) y La pasión de Cristo (La misma historia conocida, solo que en esta película le sacan la cresta todo el rato a Jesús, que dicho sea de paso, tenia mucho aguante porque le llovieron los escupos, latigazos, patadas el la cara y humillaciones varias, pero el loco todo el rato se quedo piola)
Espero que les sirva esta pequeña reseña por si se deciden a ver algunos de estos clásicos de semana santa. Puede que se me olviden algunas otras porque para estas fechas hay programación como para 2 semanas. No se preocupen si no los alcanzan a ver ahora, total el próximo año las volverán a dar una y otra vez.

lunes, abril 10, 2006

Dejar de correr



No se si el sentimiento de culpa o el hecho que desde hace días ando medio sensible con el tema, pero hoy me he decidido a escribir acerca de algo que en realidad me cuesta hablar y que le cuesta a la mayoría de los hombres criados bajo una sociedad machista en donde ser mas sensible o hablar de ciertos temas te vuelve menos hombre.
La cosa es que hoy me decidí a escribir sobre las mujeres, ellas, las culpables de la mayoría de nuestros dolores de cabeza y causantes a la vez de nuestras mayores alegrías (con excepción de la victoria en un clásico de fútbol que es una de las mayores alegrías del mundo). Diré mujeres en general para no herir susceptibilidades y para que a su vez, otras no crean que me refiero a ellas y se pasen el rollo y todas esas cosas (basta con que yo sea el rollero)
Desde un principio debo decir que quizás como la inmensa mayoría de mis congéneres "no entiendo y jamás en la vida entenderé a las mujeres", por lo tanto hace años abandone la tarea de entender su funcionamiento, aunque eso no quiere decir que no conozca a veces la mecánica que usan las mujeres en algunos temas, pero definitivamente es una cruzada perdida el buscar el porque de algunas cosas que hacen o dicen nuestras queridas mujeres.
Soy una persona mas bien de relaciones tormentosas, pero mi afán no es ventilar acá mis intimidades en cuanto a relaciones, mas bien quisiera descargar un poco este sentimiento de culpa como dije en un principio, culpa que me invade cada vez que tomo el camino de iniciar una relación sentimental. Soy el típico hueon al que le es imposible comprometerse en nada (algo parecido a lo leí en algúno de los blogs que visito a diario), es decir, una vez que traspaso la línea del pololeo o a relacion seria, mi mente cambia de switch y me transformo en el peor ser sobre la faz de la tierra. Lo digo luego de años de relaciones sin sentido y de estar cansado de huir, en pocas palabras, me canse de ser el conchesumadre que arranca. (con el perdón de las damas presentes).
No digo que con esto de confesalo y decirlo en este espacio, se transformará mi vida y después de hoy me convertiré en la persona mas perfecta en cuanto a lo sentimental se trata, pero por lo menos el reconocerlo ya es un paso. Por lo menos que me sirva exorcizar un poco los fantasmas que me trae el pasado, las malas noches que cause, los malos ratos y peleas que forme, y aunque suene un poco egocentrista o cruel, las lágrimas que hice que alguna vez se derramaran.
A pesar de todo sigo siendo un cobarde, no porque no sea capaz de amar o de querer hacerlo, sino que tal vez no nací para tener una relacion eterna y morir muy viejito con mi pareja. Créanme que mas de alguna vez lo he deseado o pensado, pero hasta el dia de hoy, hay algo que me dice, ponte las zapatillas de clavo, toma vuelito y corre!!!!.
Tal vez sea que aun no conozca el verdadero amor, como dicen en las películas, quizás soy tan idealista que espero que llegue la mujer de mis sueños y me diga que ya no tengo que arrancar mas porque no tengo de que huir, pero como dije recién, me suena más a película y no a la realidad que vivimos.
Me voy un poco más tranquilo, no del todo, no se si cambiare o seguiré siendo el mismo, pero prefiero pensar en la película hollywodense, en donde un día te encuentre o te vuelva a encontrar distinta y te acerques tal y como quiero, me abraces como me encantaría que me abrazaras, me besaras como nunca nadie lo ha hecho y que por último me mires a los ojos y me digas "ya no tienes por que huir"

lunes, abril 03, 2006

La Pichanga



Esta tarde salí a caminar, sin rumbo, sin hora y sin ninguna expectativa de nada, solo caminar. Cuando ya se me había terminado la mineral y las malditas pilas morían en mi walkman como un oasis en el desierto, apareció ante mi una plaza. Se veía bastante agradable por lo que me dirigía ella y me senté en un banco a contemplar el paisaje. En ese momento fue como si una mano me tomara y me retrocediera en el tiempo; ahí, al medio de la plaza se aprestaba a comenzar una de las luchas mas encarnizadas que pueden existir en un barrio capitalino y de todo Chile, estaba por dar inicio la nunca bien ponderada "Pichanga".
Recuerdo cuando era niño (hace poco tiempo nomás), la pichanga constituía pieza fundamental en la formación que uno obtiene cuando niño y que no viene de la casa o de tus padres. Ahí en la calle es donde tu te vales solo de ti mismo y en donde comienzas a tomarle el gustito a la independencia que algún día tendrás (tarde o temprano).
La escena se repetía casi todos los días y a la misma hora (todo dependía de la carga del colegio de ese día o de mas de algún castigo por alguna embarrada que uno se manda en el colegio). Nos juntábamos en el lugar convenido y comenzaba todo con la ceremonia de selección de los equipos (a menos que nos enfrentáramos a un equipo de otro barrio), esta ceremonia constituye el primer proceso de discriminación que aparece en nuestras vidas, ya que los capitanes elegían siempre a los más buenos y a más de alguno siempre le quedaba la humillación de ser los últimos o ser relegados al arco. Luego venía la confección de los arcos que casi siempre eran champas de pasto de algún jardín vecino o nuestras poleras o chalecos. Y entonces, el comienzo; no existían árbitros porque las reglas siempre estuvieron claras, de donde sale la pelota s viene auto paramos y se sigue donde se quedo, etc. Aunque mas de alguna regla quedaba a la interpretación de los pichangueros, por lo cual mas de algún partido se suspendió por no existir consenso.
Jugando a la pelota en la calle, plaza o en cualquier lugar que sirviera para colocar dos equipos y dos arcos, aprendí muchas cosas, ahí encontré grandes amigos, de esos que tal ves no vuelves a ver mas en la vida, pero de seguro nunca olvidarás; también adquieres enemigos jurados, ya sea por una patada o por la niña del barrio que les gustaba a los dos; aprendes lo que es lealtad hacia los demás porque tu equipo en la cancha era tu familia luchaban a muerte por vencer al rival.
Aun recuerdo cuando rogábamos a las mamás de turno que dejaran salir a alguno de nosotros porque los de la otra cuadra habían tenido el descaro de desafiarnos, y la hombría nos obligaba a responder al desafío. O que estoicamente volvíamos todos juntos a casa para que la mamá no nos retara porque veníamos con las rodillas peladas o con un pedazo menos de polera o pantalón.
Mis amigos de pichanga fueron los primeros que estuvieron conmigo cuando por algún motivo tuve que pelear o los primeros hombros en donde uno se afirmó cuando por algún problema de niñez o por una dura derrota en la cancha, se nos amargaba la vida aunque fuera por un día.
No se si las mujeres que lean este post comprendan la importancia que tiene para muchos niños la pichanga del barrio, tal vez ellas tengan su símil en el juego de las tacitas o que se yo, solo se que un niño sin pichanga, es como una casa sin marido, como un barco sin su capitán, como una guagua sin su teta, un café sin su pucho, etc.
Divagando en todos estos recuerdos se me paso la hora y así como yo volví a la realidad, también se acabo a pichanga que estaba contemplando, los jugadores se dieron la mano y se fueron rumbo a sus casas donde mas que seguro alguno recibirá el reto de la madre por llegar con toda la ropa sucia con el verde pasto de la plaza.
Dicen que recordar es volver a vivir; hoy recordé una parte maravillosa de mi vida y a todos aquellos que algún día estuvieron junto a mi y que ahora desconozco su paradero. Un abrazo para mis amigos pichangueros.