lunes, septiembre 04, 2006

Nostalgias

Hace días que no escribía y es porque estoy en un proceso de cambio que me tiene ocupado en hartas cosas, pero como todo es para mejor, no me quejo. Solo es que me he sentido un poquito asfixiado en esta ciudad y siento que me hace falta volver a oxigenarme con el aire costero. Siento la necesidad de ver amistades que no veo hace mucho, pero que siempre han estado allí para apoyarme. Es por esto que este post se lo dedico a ellos y a la maravillosa V región.
Cuando llego el momento de decidir que hacer con mi futuro, una vez salido del colegio y haber estado un año entero trabajando y perfeccionandome en el estudio del idioma ingles, vi la oportunidad justa como para salir por fin de Santiago y despedirme de esa ciudad que me tenia realmente aburrido. Fue asi como no dude en encaminar todas mis postulaciones a universidades de region y no a las de la capital, aunque debo decir que obtuve un muy respetable puntaje que me alcanzaba para estudiar en mi ciudad de origen. No importaba donde fuera, la idea era sali de mi vida como la conocía hasta ahora. Fue asi que caí en la Universidad Católica de Valparaiso para estudiar la carrera de Derecho.
De las pocas decisiones inteligentes que he tomado en mi vida, creo que esta ha sido la mejor; llegar al puerto y conocer esas ciudades maravillosas que son Valparaíso y Viña del Mar. Vivir ahí cambió mi perspectiva de la vida y me hizo sentir que realmente estaba en el lugar en donde quería estar (a eso a lo que la gente llama hogar). No negaré que al principio fue difícil la aclimatación, pero el mismo hecho de que en mi familia todos nos criamos tan independientes y sin complejos de ese tipo que el sufrimiento fue mínimo. Además de eso tuve la suerte de encontrar muy buena gente en el camino que me tendió la mano y me abrió el mundo en cuanto a la vida social que muchas veces es tan necesaria para personas como yo.


Lo único que me unía a la capital y me sigue uniendo es mi familia y un montón de grandes amigos que tengo allí, pero el solo hecho de viajar de vuelta aunque fuera un fin de semana me descomponía completamente. Sabía que me encontraría con una ciudad gris, con su gente preocupada solo de lo suyo y que parece no importarle el resto, la espantosa cantidad de autos y locomoción colectiva que hace casi intransitable la ciudad y la demora para desplazarse de un lugar a otro que te hace perder un tiempo incalculable.
Hoy que por cosas de la vida he vuelto a esta ciudad que tanto odio, y en la que estaré un tiempo más, es cuando me doy cuenta lo mucho que extraño la V región, el paisaje, su gente y esa sensación de pertenencia que me produce el estar ahí.
Extraño el mar y ese aroma que te inunda los pulmones por la mañana; ese sonido de olas chocando contra la playa el cual uno se acostumbra a oír y que extrañas en las noches de silencio cuando estas encerrado en un departamento en Santiago, esa sensación de inmensidad que te entrega el océano que te hace pensar que la ciudad no tiene fin y que contrasta con lo encerrado que me siento en este hoyo en el que se encuentra esta ciudad.
Hecho de menos los cerros de Valparaíso; con ese desorden de sus calles que nunca parecen tener sentido, con sus casas antiguas que guardan miles de historias y secretos de su gente. Esas construcciones casi cayéndose de los cerros en donde juegan los niños del puerto con las pelotas que ruedan cerro abajo.
Extraño esas caminatas que me daba por el borde costero a veces solo por caminar, sintiendo el frío que produce el mar cuando esta rizado y los árboles que adornan algunas avenidas de Viña que te recuerdan que aun la ciudad no se ha rendido totalmente al progreso de los edificios y malls.
Como no recordar también esas noches de bohemia que solo Valparaíso tiene y que no se compara con ningún otro puerto de chile. Esa magia que envuelven el puerto una vez caída la noche y que te entrega una fauna de personajes que enriquecen el paisaje. Cuantas noches que se hicieron días en esos viejos bares, conversando con toda esa gente que se nutre día a día con el puerto, marineros, estibadores y comerciantes, que mas de alguna historia de vida tenían que contar.
Pero sobre todas las cosas, hecho de menos a mi gente, a todas esas personas que se hicieron importantísimas en mi vida y que se transformaron en mi familia en todos estos años. Sería injusto nombrarlas a todas ya que puedo olvidar a alguna, pero cada una sabe que es así porque más de alguna vez se lo he dicho. Es por eso que mi vida actual comienza a moldearse con un solo destino. Volver al hogar que encontré en aquella región. Se que volveré algún día y será para quedarme, mientras tanto encerrado en esta ciudad solo me queda soñar con el futuro y poner mis ganas para que se vuelva realidad
Muchos de los que lean pensarán que me volví loco o que le estoy poniendo mucho al relato, sin embargo créanme que así es como lo siento; de esta forma es como veo al puerto y a Viña del Mar, así es como añoro volver a estar ahí, ya que descubrí que ese es mi lugar, es donde realmente me siento feliz.

14 comentarios:

Alexandra dijo...

Yo siempre he vivido en Santiago pero he frecuentado muchas veces esa zona. Veraneos familiares, fines de semana con las amigas, carretazos en valpo, idas de trabajo y siempre necesito volver. Hace tiempo que no voy y ya lo estoy extrañanado. A veces agarro mi mochila y parto pa alla, tengo gente donde quedarme en Reñaca y después me gusta irme caminando al terminal en Viña, el camino costero es lo mejor. Los bares de Valpo también, el Playa pa tomar y el Proa pa bailar. Dentro de mis planes de vida está vivir por esos lados algun día.

Saludos !!

ale dijo...

Entiendo su nostalgia, no cambio Viña por nada, soy una eterna agradecida de gozar del privilegio de vivir acá, la calidad de vida es impagable. Es lamentable que la falta de oportunidad laboral a veces nos obligue a emigrar de este paraíso y optar por la odiosa selva de cemento..."Santiago".
Cariños y vuelva cuando quiera,
Ale

piteate un cuico dijo...

balparaiso de miamol
puta la guea qes lindo balpo ermanito, he tratao de arrancarme pa lla, aunqe sean dos dias, y puta la custion qe no e podio

biba balparaiso mierda

cogollo, con el alma del puerto

Gaviota dijo...

Valparaíso para nada es mi gusto, no para carretear...será por que siempre he vivido acá y se transforma en costumbre...ahora cuando voy a la capitale...ahi me vuelvo loca....tanta gente, todos haciendo lo suyo sin mirar al lado o simplemente respirar, ,todo es apuro, todo es para ayer (ni que fuera el trabajo), pero bueno la parte entrete de stgo. son las noches los lugares raros que no conozco y que de esta zona me los se casi todos...

Tuccini no se olvide de los amigos, de las calles, de los aires de esta hermosa V Región, de seguro lo estarán esperando con los brazos abiertos....

Saludos varios,


Claudia

Caro dijo...

T: quienes vivimos en viña tenemos la mala costumbre de no disfrutar lo bello de esta ciudad, lo rico que es poder ver el mar siempre, el viento fresco que entra por la ventana en la mañana. Me encanta vivir en Viña, todo está cerca, aunque tengo algunas quejas.

Todo lo top está en stgo. Cuando voy para allá, me quedo de un día para otro o todo el finde, voy a comer a restaurantes riiiicos, y voy a malls de verdad, con hartas tiendas, y , bueno, el resto ya se sabe.

gracias por recordarme qué linda es mi ciudad.

beso.-

Anónimo dijo...

alexis le aconsejo sacarse la mugre trabajando para que pueda volver a la V región, santiago no es el mejor lugar para vivir.

besitos tqm

cordovita

MLP dijo...

Entinedo perfectamente la sensacion a hogar, es rico, pero tambien en valpo y viña hay hombres grises, autos y locomocion colectiva, santiago es una cuidad presiosa si se aprende a conocer, aun asi, si para ti la V es tu hogar no hay cuidad que te ponga encima para hacerte cambiar d eopinion...ahora pal 18, peguese una arrancadita!

Sofia dijo...

Si ya sabes que ese es tu lugar, no lo dudes más. Como Maite te dice, parte por lo menos arrancándote para el 18, por qué no? No me cabe la menor duda que vas a volver a vivir allá, cuando uno ama en serio un lugar y te deprime otro... creo que es mejor arrancar del último para lllegar al primero. Por mientras... ánimo mientras aguantas a esta ciudad gris, con gente, no tan gris.

Sofia dijo...

P.D: se me olvidaba... las cicatrices del alma sí se ven!! A veces, por hacerte tatuajes sobre, no haces más que generar dolor donde ya por fin la piel se recuperó y tiene su propia marca ;)

smoked eyes dijo...

Me haces dudar de mis dudas . Sobretodo porque vivo añorando volver a la capital, a los bares, al teatro, a las galerías, el parque Forestal y no aprecio ese sabor húmedo a sal de las mañanas y las luces titilando por todos lados....los bares porteños? esos sí los disfruto mucho

Sofia dijo...

Jajaja, sips, me di cuenta de la coordinación.

C. dijo...

Yo crecí en una de esas comunas "isla" de Santiago, donde todavía queda algo de aire puro, donde la gente no anda apurada y se saluda cuando se topa comprando pan, donde todavía se ve gente a caballo y se corre Cuasimodo, donde los niños juegan con tierra y los adultos no le tienen asco a los perros...

Así que entiendo más que perfectamente todo lo que relatas, esos sentimientos de encierro en una ciudad gris, medio enojada medio deprimida, competitiva, contaminada, individualista.

Voy a probar suerte en otros rumbos en unos meses. Si no me va bien por allá, veré la forma de vivir en alguna "comuna isla" o irme a regiones. Me carga Santiago.

Saludos,

La hormiga que prefiere la naturaleza

witch dijo...

Chuta, soy la única aquí que aprecia la capital. El smog es un asco, si. Los tacos son horribles, también, pero es la capital. Igual con un poquito de viento uno se reenamora de la cuenca con los cerros encima. Si bien el paisaje natural no es lo fundamental para mi gusto no puedo negar que a veces stgo se pone lindo. Cierto es que uno lo vé bastante poco porque se lo pasa sumergido en el PC. Creo que es un tema de personalidad. Cuando voy a la costa me cago de frío, me carga la humedad y sólo lo tolero en verano. En invierno cero atractivo. Por lo demás me tocó harto estudiar valpo como arquitecto y si!! mucha magia, pero siempre le encontré un dejo de tristeza. En fin, gustos.

kasandra dijo...

No me extraña que lo extrañes... precioso.