lunes, mayo 29, 2006

Volver al colegio


Enciendo el televisor en la mañana y trato de buscar algo que no sea farándula en los canales nacionales (gracias señor por la televisión por cable). La única cosa que se sale de lo común y que interrumpe un poco este ritmo de fama y glamour a la chilena, son los constantes despachos que hacen los noticieros para informar sobre los avances del movimiento de secundarios en Chile y los distintos pasos que ha dado este conflicto. Uno de los colegios movilizados y que ha tomado un poco las riendas en las vocerías frente al gobierno ha sido el Instituto Nacional, colegio de una gran tradición y al cual pertenecí hace algunos años. Es por eso que al ver las imágenes de los noticieros donde se mostraba el frontis y las instalaciones del colegio, me bajo toda la nostalgia de esos años, sin duda los mejores de mi vida. Por consiguiente este pos esta dirigido a esos tiempos, no tanto a la institución, a la cual a pesar de todo se le agradece la educación de calidad que me dio, sino que a aquellos compañeros que compartieron penas y alegrías en aquel recinto.

Una vez una persona me dijo "Los amigos del colegio, son tus amigos para toda la vida" y creo que no se equivocó. Las amistades que hice en aquel tiempo, después de todos estos años, aun las conservo (y eso que no es poquito tiempo), después de mas de una década, esas personas siguen siendo tan importantes como en aquellos años. Juntos compartimos muy buenos momentos, aprendimos a crecer no tan solo como estudiantes en un ritmo realmente exigente, sino que también nos ayudamos a crecer como personas. Cada experiencia adquirida junto a mis camaradas, fue formándonos hasta convertirnos en las personas que ahora somos.

Como olvidar los sufrimientos que nos causaron algunos ramos, como por ejemplo esas malditas matemáticas (las cuales aun odio) y esas pruebas de hasta seis formatos distintos para asegurarse que los lindos no copiarán (aunque gracias a la astucia del chileno y la mano amiga de la tecnología muchas veces, supimos sortear muchas con éxito)

Nuestros primeros acercamientos al sexo femenino, ya mucho más en serio. Esos paseos de media mañana o a la salida del colegio a los liceos de niñas, a veces con una guitarra para darles una serenata desde la calle a balcón a las niñas que nos gustaban. O más de alguna escaramuza con los liceos rivales para defender el territorio ganado y a alguna incipiente enamorada que podía caer en manos enemigas (mas de un ojo morado me gane). Y luego de defender el honor, invitabas a la dama a tomarse un helado a la plaza o la encaminabas a su casa.

Para algunos sus primeros amores de colegio se volvieron el amor de su vida, aprovecharé para desearle lo mejor a mi amigo Francisco, que me comunico la feliz noticia de que va a casarse a fin de año con su novia de toda la vida y que justamente conoció en nuestra época escolar.

Esas pichangas en el patio central en el recreo, donde existían partidos de cómo dos mil por lado, en donde además de tratar de pasarte al jugador rival, debías esquivar a los de los otros partidos que se jugaban simultáneamente y batir a los tres arqueros que se ponían en el arco (todos de partidos distintos, pero que de mala onda a veces te atajaban la pelota).
Los Sábados, esos malditos Sábados de preuniversitario obligatorio en donde había que cubrirse unos con otros para que los profesores no se dieran cuenta de que habíamos estado chupando toda la noche como enajenados y que nos habíamos bañado y partido inmediatamente a clases.
Esos días en que simplemente no entrábamos a clases o decidíamos escaparnos antes, r al supermercado y comprar cosas para comer y luego tirarnos en el pasto del parque San Borja y conversar sobre lo que se nos ocurriera tratando de mejorar el mundo a punta de planes maestros e ilusiones.

O esas escapadas al conocido "fumadero" en el zócalo, donde pasábamos las mañanas frías junto a unos cigarrillos y con los sentidos bien atento a la aparición de cualquier inspector dispuesto a llevarnos a inspectoría (lugar que visite innumerables veces por distintos motivos). O lo más glorioso que nos toco vivir: el campeonato de baby football de "La Lechuga Mecánica" en donde todo el colegio estuvo mirando la final en donde por supuesto yo defendí los tres palos (como siempre el hueón al arco)

Miles de recuerdos y tan pocas palabras para describir las emociones de aquellos días y hacer justicia a lo vivido. Crecimos para ser hombres de bien; nuestros caminos se han separado pero no alejado lo suficiente; aún existen algunos fines de semana o celebraciones para juntarnos. Y aunque ya no tenemos el pantalón gris, la camisa blanca y esa chaqueta luciendo la misma insignia, mis recuerdos y mis sentimientos estarán siempre con todos ustedes.

Se que a pesar que muchos de los que lean este post no habrán vivido lo que les cuento o quizás historias parecidas, pero muchos sabrán también de que estoy hablando especialmente, mis queridos institutanos.


6 comentarios:

Alexandra dijo...

Adivina de qué epoca somos amigas con Beatriz, Maite, Gaby y Sofea. Seee... colegio! Y no son las únicas, todas mis yuntas vienen de esa época y eso que ya salimos hace unos cuantos años.

A propósito de... mañana tengo que ir al colegio. La desorientadora se acordó que habia una ex-alumna sonidista y me llamó pa que fuera a revisar los equipos del colegio JAJAJJAJAJAJAJAJAJAJJAJA.

MLP dijo...

La epoca de colegio es unica, y todas esas cosas que nombras las hemos vividos con otros nombres o situaciones quizas. Mis mejores amigas son del colegio, algunas nos hicimos amigas ya salidas,del colegio guardo los mejores recuerdos ( aunque ultimamente estuve peleada con el por asuntos administrativos, hoy ya estoy reconciliada.)En fin, hoy me llena de orgullo risa y melancolia esos años, mas aun cuando hoy veo que mi colegio tambien fue a paro para apoyar. Esa alegria no se ocmpara con nada.

besos en paro.

G. dijo...

cambie a rimelylabial2.blogspot.com

arreglar link !! besos!!

G.

pd: razones de espionaje!

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me gusto el post!!! me adhiero a lo que dice la ale y M.

besos colegiales

G.

Sofia dijo...

Cómo no! es verdad eso que te dicen, realmente las mejores y más duraderas amistades son las del colegio. Y es bueno ver que no hemos perdido el contacto, podemos salir los fines de semana y vernos en la semana también, nunca desaparecen. A mis amigas que las adoro y que siempre han estado. Por tu post que trae gratos recuerdos.

Anónimo dijo...

Amigo mío, una de las cosas que le agradezco al Instituto Nacional es haberlos conocidos. Gracias por su saludo de matrimonio y espero que me los de en persona el día aquel.
Lo quiero mucho y veamonos pronto.

P.D. lo único que lamento es que me perderé las reuniones para organizar la despedida de soltero, que son más entretenidas que la despedida misma. Invitenme y me hago el hueón o me pegan un palo en la cabeza para que me de amnesia.
Nos vemos

G. dijo...

aonde me a visto usted??? mmm???


besos envidiosos


G,