Destino

Para los que no me conocen, o para los que creían que lo hacían, les cuento que nací y me crié en Santiago de Chile, pero a pesar de esto, son una de las tantas personas que odian la capital. Podría enumerar mil y un razones del porque odio tanto esta ciudad, pero creo que no viene al caso (se irán dando cuenta de que odio tal vez demasiadas cosas en este mundo).
La cuestión es que desde niño fui muy bueno para leer y sin animo de ser altanero, fui muy buen alumno (por lo menos en la básica), por lo que tanto mis padres como sus amigo y mis familiares no tardaron en decir: “Mijito, cuando sea grande debería ser abogado”. Lo que no parecía descabellado ya que muchas veces me trence en disputas con profesores por defender lo que me parecía justo y por ayudar a mis compañeros. Uno cuando es pendejo, no le toma el peso a esas “sugerencias” que nos hacen los padres, por lo que pase casi toda mi enseñanza básica y media como se dice por ahí... puro hueviando.
Al llegar el momento de la verdad (elegir que hacer o que estudiar) mis padres nuevamente me dijeron: “Ya cabrito, que va a hacer con su existencia” a lo cual respondí con toda seguridad y convicción .... “eeeehhhh, como que no se”. Se que este fenómeno se debe dar en chorrocientos mil jóvenes en el país, pero en mi caso además de no saber, como que tampoco me interesaba mucho. Y así paso un año de conocimiento personal en el cual tendría tiempo para “meditar mi futuro”.
Fue asi que pasado el año, lo primero que pense al momento de elegir una institución donde estudiar “la carrera de tu vida” fue que si o si debía ser fuera de mi tan odiada capital. Esto sumado al deseo de salir de mi hogar, no por choreza o para gozar fuera de la casa de los padres, sino que para buscar una independencia que me hacia falta y un espacio donde yo creara el entorno.
Después de tiras y afloja, me decidí por Valparaíso, y a estudiar que, se preguntarán. Adivinaron, el huea se metió a estudiar Derecho (carrera que me ha costado mas que la cresta terminar, pero esa es historia de otro momento). Creo que no pude tomar otra decisión mas acertada que esta, aquí encontré todo lo que buscaba o por lo menos aquí me siento mejor que en cualquier parte, aquí hice y sigo construyendo mi historia; Conseguí rodearme de excelentes personas que me han acompañado en este viaje, el paisaje es hermoso (si solo pusieran contemplar todas las noches las lucecitas de los cerros o sentir el olor a mar y su poderosa presencia en todo el horizonte) y lo mejor de todo, he conseguido mi añorada independencia.
Y aquí estoy, viviendo día lo mejor que puedo, buscando aun mi destino. Por ahí ha de estar..